lunes, 19 de septiembre de 2016

El casi cuñado, cap 2

"Chucha, perdón"- En un segundo Claudio emputecido se puso de pie, se sacó el condón y lo tiro lejos y se puso la ropa y salió de la pieza mientras yo intentaba encontrar algo de dignidad y decencia entre las sabanas y me vestí más rápido que nunca. Escuche gritos entre los hermanos que comenzaron a discutir, a través de las tablas desvencijadas de la habitación se podía ver la silueta de ambos hombres discutiendo a viva voz:

"Weon podríai haber tocado antes po culiao"
"Shaa weon voh que no teni cuidado po imagínate si hubiera sido mi vieja le dan cinco ataques. Eri terrible aweonao Claudio"- El Negro se golpeaba la frente exasperado.
"¿Y voh weon que mierda queri? ¿Dónde mierda te fuiste anoche?" Le increpaba Claudio enojado mientras retomaba su calma de siempre.
"Vine a cambiarme de ropa pa ir a buscar al Tommy, la Jenny (la mama del niño) anda emputecia y más encima me cure raja y me pelie con la Maritza porque anda con la wea, ahhh que rabia más encima te encuentro casi culiando hueco conchetumare, día culiao penca weon ¿Ese ejemplo le queri dar a tu ahijado weon?" Gritaba el Negro como dando golpes mientras que el Claudio quien era padrino del niño, intentaba detenerlo y evitar que rompiera la pared de madera de la pobre casa.
"Weon cálmate, anda a buscar al Tommy nomás y nada de esto a nadie weon".
"Ya weon mejor me voy, Shhhhh menos mal que era tímido el ojito de pisciiina… Montao en la tula casi weon" Escuche como bajaba las escaleras y yo me sentía desfallecer con cada peldaño que daba, y el Claudio entraba a la pieza de nuevo, nunca antes había sido pillado en pleno acto, o peor aún casi en el acto porque no habíamos alcanzado a hacer nada, obviamente después de esa interrupción no pudimos continuar y ninguno de los dos estábamos con ganas ni siquiera de mencionar el asunto.
"Disculpa, Angel… Emm yo voy a ir a comprar pan pal desayuno y a buscar a mi vieja al negocio, si quieres anda a ducharte y así te relajas un poco, tranquilo mi hermano no dirá nada weon… Ya vuelvo ya, tranquilito, no hay nadie más así que piola estas weas pasan, siéntete como en tu casa" Claudio tomo su chaqueta y dándome un beso medio torpe en la mejilla aun nervioso salió del cuarto. Y ahí quede sólo en medio de una habitación en una casa que no conocía, con el pene aun medio duro, con una cacha sin terminar y con el corazón medio aguado entre el descontento y la sensación de que esto va de mal en peor. Como sea me quede a asear un poco la habitación, a hacer la cama y luego baje para ir al baño, estuve un buen rato intentando prender el calefón y recibiendo las llamadas de mi mamá y su reiterativas preguntas de saber si estaba bien y blablabla (si supiera donde está metido su hijo se muere) lo que me distrajo un poco de mi estupor y vergüenza. Me metí al baño y me quite la ropa para poder ducharme regulando el agua caliente y me coloque bajo el chorro para limpiar y despejarme un poco necesitaba un buen baño. No habían ni pasado ni cinco minutos cuando escucho que golpean la puerta del baño algo insistente.
"¡Ocupado!" Grite algo nervioso con el shampoo en el pelo aclarándolo con el agua y evitando que me entrara en los ojos. Volví a sentir más golpes y esta vez la voz de un niño.
"Es urgente loco, el Tommy ta que se mea porfa, un cachito hermanito" Ahí me di cuenta que era el Pancho que había vuelto con su hijo, algo fastidiado busque mi toalla y lo mejor que pude me la anude tapando mi desnudez, ya me había visto en pelota demasiado aquel sujeto petulante y vulgar.
"Espérate…" Camine hasta la puerta y quite el seguro vi su cara y esa expresión indescifrable siempre en él y al pequeño niño que era una copia exacta del padre pero obviamente más tierno, apapachable, amoroso y educado. Me volví a meter a la ducha rápidamente avergonzado y cerré la cortina lo mejor que pude aunque claro era casi más fierro que cortina.
"Vale loco te pasaste, disculpa… Dale hijo pue haga pipi"- Hablo el grandote mientras pasaban padre e hijo y este le ayudaba al menor a hacer sus necesidades mientras le cantaba tiernamente una canción del baño, y a pesar de yo estar casi pegado a la pared con la vista hacia los azulejos rotos del baño, me hizo reír un momento a pesar de mi estupor y de saber que él estaba allí, el sujeto que me había visto casi en pleno acto con su hermano, el sujeto que me había sobajeado con la excusa del baile. Pero delante del niño sorprendentemente hablaba con dulzura y delicadeza paternidad, sin ningún garabato
"Lávese las manos, vaya a buscar a la lela y dele las gracias al tío Angel…"- No podía creer que ese mastodonte bruto fuera tan atento y cuidadoso con su hijo, escuche un
"Gasshias Tío Angel"- tan tierno que me saco el enojo de inmediato, aún tenía fe en la humanidad y sobre todo en los niños. En el fondo ese flaite rudo, borracho, medio homofobo y ordinario tenía su corazón para con su hijo y le enseñaba cosas buenas por lo menos.
"¿Oe hermanito no te molesta si hecho la corta' yo también aprovechando? Toy que me reviento weon"- De pronto el flaite dentro de él había vuelto cuando el niño ya se había ido y más encima ahora seguía interrumpiendo mi ducha, no podía echarlo más que mal era su casa al fin y al cabo y cuando uno tiene ganas no es bueno aguantarse.
"Si, dale, no hay problema…"- Dije mientras fingía que enjabonaba mi cuerpo, pero en realidad no sabía que mierda más hacer de los nervios y entonces escuche claramente el sonido metálico del cierre bajar, un par de movimientos, un largo silencio y luego como una especie de manguera comenzaba a accionarse y el sonido chocaba contra el inodoro un buen rato. Se escuchaba con tanta potencia y meaba tanto rato que no pude evitar sentir curiosidad de que aquel aparato era realmente un pene o algo más, pero no quería mirar evitaría cualquier mirada a su entrepierna.
"¡¡¡¡Ahhhh comparito que alivio, menos mal weon!!!!"- Escuche el quejido de alivio cuando los últimos chorros se hicieron menos sonoros y más cortos señal de que por fin estaba acabando de orinar y luego se escuchaba el sonido de quien se sacude el miembro para evitar salpicaduras. <<¿Por qué se está demorando tanto weon? Son tres sacudidas y ya>> Mi subconsciente me preguntaba pues se estaba demorando y luego sentía como si estuviera clavando la vista en mi baja espalda, esa maldita sensación de presentir que te está mirando y no poder darte vuelta, claro la cortina no tapaba mucho mi total desnudez y entonces de reojo vi sin querer queriendo el rabo del Negro. <<¿Te está tentando? ¿Te está poniendo a prueba? ¿Me la quiere mostrar a propósito? ¿Por qué aún no se la guarda y se la sigue sacudiendo? ¿Me está mirando el poto de nuevo este weon?>> Veía como su mano se movía sacudiéndolo, aun en reposo sin duda era un miembro grande, moreno, peludo y cabezón. Vi que movió la cabeza a mi dirección y yo me hacía el desentendido y entonces se lo guardo por fin aquel monstruo y se subió el cierre, jure que se reía mientras abría la llave del agua helada para lavarse haciendo con ello que cambiara la presión de la ducha y me azotara una cascada de agua helada que me hizo gritar y sacarme de mis pensamientos
"Jajajaja ya listo weon, gracias y disculpa lo de endenante no quise ser tan enojón pero es que andaba con la wea… ¿Para qué te tapai tanto si ya te he visto la raja antes? Ya te dejo solito, y apúrate que la wea de gas no la regalan! Jajajaja es broma ojito de pisciina eris wena onda aunque huequito pero teni el menso pedazo de culo" – Escuche su voz resonar burlesca y como de pronto, a una velocidad insospechada y apabullante sentía como una mano me azotaba una de mis nalgas mojadas por el agua produciendo un chasquido húmedo que me hizo gritar sorprendido otra vez, era su mano grande y fuerte, que me dio una sacudida y me estremeció todo el cuerpo. Y antes de que me diera vuelta y le reclamara como un ninja el Pancho cerraba la puerta desapareciendo en el acto no sin antes escuchar su pesada carcajada y percatarme al mismo tiempo que mi propio pene estaba tan duro como una piedra…
No podía entender porque me había pasado esa reacción en realidad detestaba al petulante Negro, pero mi cuerpo me traiciono y al primer contacto con él se iba por la borda todo el prejuicio, eran demasiadas cosas acumuladas la presión de estar lejos de mi hogar, el sentir que con Claudio las cosas no se daban de forma natural, la vergüenza al ser visto por alguien más, las ganas de tener sexo que tuve que mojar en la ducha, la frustración por sentir que esto se estaba desbaratando antes de comenzar, las miradas inexpresivas de Pancho, sus tocamientos, su atrevimiento y osadía, su complejo de "superioridad" heterosexual, su forma grosera al hablar, sus movimientos al bailar repegado contra mi, su pene sacudiéndose, su mano tocando mi trasero. Era demasiado, no podía excitarme con alguien como él y más aún él, mi casi cuñado.
No sabía si lo hacía para intimidarme, para molestarme, para humillarme, para hacerme sonrojar aún más, para burlarse de mí y mostrarse "superior" o quizás lo hacía porque le gustaba, algo imposible para mí. Tenía polola, tenía hijo, tenía fama de follarse a cuanta mina quisiera, era heterosexual hasta por dónde se le viera, no necesitaba para que fijarse en el casi novio de su hermano y fantasear sexualmente con él. Pero yo ahora estaba ahí en medio de la ducha con mi miembro duro pensando en él y en lo que había hecho, fantaseando con algo imposible.
Salí de la ducha y me seque y vestí ahí mismo, escuche más voces y entonces entendí que estaban todos y tendría que fingir estar bien aunque mi cabeza estaba en otras. El Claudio me miraba con su indiferencia habitual, sus hermanos y su madre me contaban alguna que otra historia intentando mostrar interés y por su parte Pancho de vez en cuanto se me quedaba mirando de forma extraña pero haciéndose el weon como si nada hubiera pasado. Después de desayunar todos se fueron a ver televisión y de pronto me puse a jugar en la alfombra con el pequeño Tomás quien reía mientras yo jugaba encantado con él haciendo chocar sus autos de juguete o imitando a animales, al poco tiempo le tome cariño al peque y este no se me despegaba, realmente era un niño encantador y por otro lado no dejaba de pensar en su padre y en lo distintos que eran. Pancho sólo de vez en cuanto se acercaba para ver que el niño estuviera bien y de paso lanzarme alguna broma pesada. Por otro lado intentaba acercarme a Claudio, pero este me rechazaba algo nervioso temeroso de que nos vieran, quería abrazarle, besarle, quitarle sus penas y miedos, realmente me gustaba, quería estar con él y dejar de pensar en su hermano pero cuando por fin lograba hacerle cariño o darle un beso si él mismo no se corría entonces alguien nos interrumpía teniendo que alejarme nuevamente, por lo que ya hastiado deje de molestarle y el resto del día pasamos sin hablar.
Tomás pronto tenía que volver con su mamá, ya que vivía con está y el chiquillo no se quería ir y empezó a llorar pues quería seguir jugando conmigo. Se había encariñado conmigo mucho y me daba pena verle así, entonces el Pancho algo angustiado por su hijo y por lo tarde sabiendo lo jodida que era su ex, me propuso si lo acompañaba a dejarlo donde la famosa Jenny. Tuve que aceptar y de pronto padre e hijo me sonrieron y partimos los tres a pie ya que quedaba cerca.
Íbamos jugando por el camino y tras dar unas cuantas vueltas llegamos a la casa de la madre, por poco pensé que iba a ponerse a pelear con el Negro, pero al verme a mí no dijo nada. El niño se despidió de su papá y de mi con un abrazo y nuevamente me dijo "Chao tió Angel" que me enterneció hasta el alma. Yo me quede más atrás, mientras veía como ambos hablaban casi en susurros hasta que finalmente el Pancho se despide y se viene a mi lado:
- Gracias por acompañarnos, eris la raja hermanito… Eris bkn con el Tommy – Me dio un palmotazo en la espalda que me hizo sacudirme
- No es nada, además que tu hijo es un encanto… - Le dije con media sonrisa mirándole a los ojos por primera vez note cierto brillo en ellos.
- Tiene a quien salir po, al padre jajaja… - Contesto en un tono sobrado mientras volvía a reír estrepitosamente flaite.
- Si claro… - Suspire rodando los ojos irónicamente.
- ¿No soy encantador acaso?... – Me pregunto alzando levemente su ceja y recién me di cuenta que tenía un piercing en esta, era la primera vez que lo miraba tan fijamente. Casí siempre evadía mirarlo quizás por miedo, por rabia o por algo más.
- No, conmigo no por lo menos, me tratas sin ningún encanto… -
- Yaa pero es puro webeo po, si me gusta webearte porque te poni serio y te la creí… Yo siempre molesto a todo el mundo soy el weon más pesao del mundo, pero malo no soy… - Dijo alzando la voz, nunca entenderé porque los flaites tienen que hablar tan alto como si quisiera que todos los escucharan.
- Ummm… No sé si creerte… -
- Créeme po, puedo llegar a ser tan encantador a tal punto de hacer que te sueltes, te vuelvas loco y dejes esa cara de amargado que llevai… ¿Siempre eri tan serio weon? Te hace falta una buena cachita parece jajajaja… - Me dijo burlonamente como costumbre y al mencionar el tema del sexo no pude evita sonrojarme enojado e increparle molesto.
- ¡Eso a ti no te importa! Contigo no, gracias…. –
- Shaaa salto altiro el maricón, ¿Viste que te picai altiro? Si yo contigo tampoco a mi me gustan las minitas, chupar tetas y zorritas, ni ahí con voh… - Grito nuevamente exagerado defendiendo su estandarte de heteronorma.
- ¿Ah si? ¿Y porqué me tocaste el poto en la ducha?... – Le pregunte con cierto tono burlón.
- Pa wearte nomás, siempre molesto a mis hermanos así… Preguntale al Claudio… - Se reía con su pesada risa flaite mientras sus ojos se achinaban, cuanto me molestaba aquella actitud. Pero mi subconsciente me cagaba a mi mismo <<Te recuerdo que igual se te paro cuando te toco el poto>>
- No me quiere hablar… - Le conteste con un tono bajo lo que hizo que el bajara el tono de su voz a la vez. Entendí que si yo hablaba bajito él también lo haría.
- Si, po si cache la wea un poco tenso el ambiente ¿Qué paso con mi hermano? -
- No me pesca po… -
- Es que también el weon penca en que te fijaste po, muy hermano mío será pero es más aweonao y orgulloso que la cresta, se complica más que la chucha… Ojala se dé cuenta el qliao y recapacite o te irás de vuelta pa Santiago, y un mino como tu no va a encontrar nunca más… Eris alguien especial weon –
- Chuta gracias por el elogio… - Conteste algo sorprendido por sus palabras, era la primera vez que era gentil conmigo y no salía con alguna broma de mal gusto.
- De nada ojito de pisciina… ¿Viste que puedo ser bueno con voh? – Me quedo mirando fijamente y yo no podía descifrar esa mirada tan intensa. La noche estaba extendiendo su manto oscuro lo que no ayudaba mucho a entender el secreto de sus ojos marrones que me miraban poniéndome nervioso. Y entonces cambie el tema bruscamente, soy especialista en dar vuelta la situación.
- Ya menos mal po… ¿Y que onda con la Maritza? ¿Se arreglaron? Ella me cae bien deberías volver con ella… -
- Naa, ella no me valora, siempre me tira pa abajo de que soy un inútil, un fracasao, que soy un weon caliente que a la primera la caga, que solo pienso con el pico, no confía en mí, siempre cree que voy a cagarla con otra mina es mejor terminar poh, yo no ando rogándole a nadie tampoco… Y bueno nadie confía en mí poh – Escuche su sinceridad a su estilo flaite y en su tono de voz se notaba que lo estaba pasando mal. – La Jenny igual, me trata terrible mal y eso que yo cuido, me quedo con él y le doy todo lo que pueo al Tommy… ¿Qué onda las minas weon? – Escuche un suspiro que me hizo bajar la guardia y tome su brazo acariciándole lentamente solo para animarlo, no piensen mal. Sólo fue una reacción espontánea al ver a alguien triste, no me gusta ver triste a la gente.
- Uta weon, yo creo que eres capaz de hacer lo que te propongas, confía en ti mismo y así los demás confiaran en ti, sino mira a tu hijo, él confía en ti, eres su héroe, no lo defraudes… Haz todo lo que sea necesario para lograr que él y tu estén bien, no eres un fracasado, recuerda que el fracasado deja de intentarlo – Le dije lo más sincero posible aunque yo mismo pensaba que mi propia vida era un fracaso, - Además por lo que he sabido haz logrado todo por tu propia cuenta… -pero entonces el Negro hizo algo que me bajo las defensas, me abrazo muy fuerte y de pronto quede con mi cabeza apretada contra su pecho. Supongo que quería llorar o algo así por lo que le rodee con los brazos y le hacia nanai en los hombros pero como cuando uno intenta apartarse a un perro de encima.
- Oh weon que bonito hablai, teni el don de la palabra, es primera vez que alguien me dice algo así weon y me da confianza, teni razón poh… Conchetumare eri la raja Angel, el Claudio no te merece weon… Gracias por el consejo weon, voy a ser más buena onda contigo hermanito, lo prometo… -
- G-Gracias, supongo… - Nos separamos y ahí quedamos en silencio, se notaba que él quería decirme algo más y yo también buscaba palabras adecuadas, pero nada dijimos. Sólo apuramos el paso porque se hacía tarde y era peligroso andar por las calles. Aunque con lo chorizo que era el Negro en realidad me sentía seguro a su lado. Saludaba a todos los volaos como si los conociera de toda la vida y me presentaba a mi como a su primo y que no me webearan ni me pidieran nada o les sacaría la chucha. El Negro sabia como imponerse y darse a respetar, comprendí que las circunstancias de la vida, el entorno, su forma de vida, lo hacían actuar con la fiereza de un flaite pero que en el fondo, muy en el fondo tenía sentimientos.
Cuando llegamos finalmente a la casa Claudio pareció medio sonriente y todos en la casa estaban animados:
- Weon ¿Donde estaban? No van a creerlo, paso algo la raja, encontré pega por fin… Por fin! – Sonreía el Claudio y me abrazo lleno de energía y luego a su hermano quienes se abrazaron con fuerza.
- Ahh que bueno, felicitaciones Claudito… Yo sabía que encontrarías pega pronto… - Le conteste animado al verle por fin contento como antes, notaba su mirada mucho más feliz y es que sabía lo desmoralizante que es estar sin pega.
- Wena hermano, Por fin dejaras de tirarte las weas jajajaja tenemos que celebrar ¿Y dónde bro? –
- Me llamaron para que trabaje en la finca de Don Augusto, pero empiezo mañana en la mañana weon… Estoy más contento… -
Yo seguía riendo pero por dentro sentía una extraña sensación en la garganta al escuchar sus palabras <<Se va a trabajar y me va a dejar solo… ¿Qué mierda vine a hacer acá? ¿No se suponía que estaríamos juntos?>> Sentí como si me picara la piel, no podía ser egoísta, entendía que él debía trabajar pero no podía evitar sentirme mal por el hecho de que yo estaría sólo en la casa, sin él, sin la razón por la que había viajado. Me sentí tonto por haber hecho tan largo viaje con tantos sacrificios y el Claudio se fuera a trabajar y me dejaría solo casi todo el día. Tuve que esconder mi rabia interna y mis deseos de llorar y volver cuanto antes a mi casa, a mi tonta burbuja, mientas descorchaba la señora María una botella de vino para las ocasiones especiales y hacían una gran cena en honor a su hijo. Tuve que tragarme mi propia amargura con el vino añejo. Al finalizar todos se fueron a dormir y recién en todo el día tuve un momento a solas con Claudio en su habitación mientas él arreglaba sus cosas y yo miraba la carta que le había escrito para su cumpleaños y que se la había mandado meses antes, sintiendo un nudo en la garganta.
- Te felicito Claudio… -
- Si po, Angelito toy más contento… -
- Supongo que será mejor que me vaya po si vas a empezar a trabajar no quiero interferir en eso… -
- No po, na que ver tu te quedai acá po aprovecha pa descansar, y a conocer Talcahuano po… Si igual nos vamos a ver en la tarde po –
- ¿Y con quién se puede saber voy a conocer la ciudad? Si tu no vas a estar po ¿Cómo voy a quedarme acá en tu casa? Me da vergüenza no quiero aprovecharme de ti ni tu familia… -
- Uta Angelito no te pongai cuatico, entiende que esta es una oportunidad que estaba esperando hace rato po… -
- Uyy si tremenda oportunidad, ir a cuidar una casa ajena por una miseria… ¿No te das cuenta? Tu podrías hacer otras cosas mejores, deberías terminar tu cuarto medio y no andar mendigando weas de pegas… -
- Bueno es lo que hay no más po, entiende que no tengo muchas oportunidades, ¿Te diste cuenta en dónde mierda vivo? ¿Pa que voy a terminar el colegio? no me sirve de nada… No soy como tu un niñito de mamá que le han dado todo en la manito… -
- ¿Qué sabes tú lo que me ha costado todo lo que he hecho? Nadie me lo ha regalado tampoco… ¿No te has dado cuenta el sacrificio que hice de venir para acá a conocerte y estar contigo? No te importa nada, ni siquiera pasamos tiempo juntos, me rechazas, me tratas con indiferencia y ahora a la primera te vas a ir a trabajar… ¿Qué mierda te pasa conmigo? -
- Nada weon, no me pasa nada contigo… Eso pasa, pensé que sería distinto, nunca imagine que fueras a venir de verdad, por la cámara todo era mejor, me gustas pero yo no quiero nada serio… Mira en la miseria en la que estoy ¿Crees que puedo gustarle a alguien así?... –- - Si, tu me gustas… No me importa lo demás, me gustas -
- Weon hay miles de minos mejores que yo en Santiago… -
- Bien entonces me iré para Santiago… Mañana sacaré los pasajes y te dejaré en paz! –
Sentía tanta impotencia y rabia que no pude evitar ponerme a llorar, me puse de pie y como pude baje las escaleras sin que nadie se percatara y salí de la casa corriendo por el cerro me apoye en un árbol cansado y rompí a llorar, me sentía tan poca cosa y tan perdido en la nada que sólo deseaba en ese momento caerme por el cerro y morir. En ese momento apareció un perro callejero que comenzó a ladrarme <<Chuta que eficiente ahora me matara un perro>> cuando vi que iba a atacarme solo me cubrí el rostro y cerré los ojos, en ese momento escuche un grito y una especie de golpe. Abrí los ojos sorprendido no podía creer lo que mis ojos veían. Era él:
- Perro conchetumare aléjate weon… - Gritaba el Negro con toda su rabia mientras tenía un palo grande en la mano y le atizaba al perro quien gruñía. Tras unos minutos de forcejeo y de una tensión en el aire, el Pancho logró pegarle al perro y así este comenzó a aullar y a correr asustado. Había ganado mi flaite. Me tomo del brazo para ponerme de pie, estaba enfurecido como nunca, me tironeaba de la ropa:
- ¿Vo tai enfermo de la cabeza embarao qliao?, nunca vuelvas a salir así de la casa sólo, menos mal que alcance a verte correr como niñita y te seguí… Weon te podría haber pasado cualquier wea… - Me gritaba con violencia, pero en sus ojos se veía la preocupación, sus manos me tomaron del rostro para ver si el perro no me había mordido y se calmó un poco al ver que estaba bien, asustado y con los ojos llenos de lágrimas, pero bien.
- L-Lo siento, yo no pensé que iba a pasar eso… Yo sólo quería irme lejos, perdóname – Intente excusarme, no podía dejar de ver sus ojos marrones pasar de la rabia a la preocupación.
- Vo no vai a ningún lado, te vení conmigo… Ni cagando te voy a dejar solo no voy a dejar que te pase alguna wea - Y sin esperar mi respuesta, el flaite simplemente me tomo del brazo y me tironeo del brazo bajando el cerro en dirección a la casa. Me sacudía la ropa con fuerza ya que estaba llena de hojas y tierra. – Mira como quedaste weon, nada de esto a nadie si te pregunta mi mamá o el Claudio dónde estabas, vo deci que estabai hablando con tu vieja… Se digno qliao, no vale llorar por un weon… Menos por mi hermano qliao ¿Creí que no cache como peleaban? – Me miraba más calmado mientras ahora me sacudía un poco más suave y me miraba fijamente a los ojos lo cual me inquietaba demasiado.
- Gracias por ayudarme… - Le agradecí y él sólo hizo un gesto con la cabeza y una media sonrisa, aún parecía molesto. ¿Qué le molestaba? ¿Qué hubiera salido corriendo? ¿Qué hubiera peleado con su hermano? ¿Qué hubiera arriesgado mi vida tontamente? No lo sabía. Sólo sé que subimos en silencio y me di cuenta que íbamos a la misma pieza recién me percate que se iba a quedar siendo que él tenía su casa no muy lejos. – ¿Te vas a quedar esta noche aquí? –
- Si po… Para que no te escapi mañana – Dijo algo serio pero bromista, no me gustaba verlo tan serio y enojado. De hecho echaba de menos el flaite molestoso y burlón de antes. Quien diría las vueltas de la vida. Al entrar en la pieza el Claudio ya estaba durmiendo en su cuarto, ni siquiera le había preocupado dónde había ido yo. Escuche una especie de bufido del Pancho y simplemente se acostó en la orilla de la cama junto a su hermano y yo en la otra cama. Vi cómo se quitaba la ropa en la oscuridad pero la luz de la luna se filtraba por la cortina lo suficiente para poder verlo, aún estaba molesto y no me miraba, y yo por mi parte no pude evitar ver su pecho musculoso y marcado ligeramente cargado de un fino vello oscuro que se complementaba con el color de su piel, tenía un tatuaje en el hombro y otro en la cadera, se quitó el buzo y las zapatillas y vi sus muslos definidos y grandes cubiertos de pelo y la tela de los boxers top color blanco con bandas naranjas nunca lo había visto así y sentí un temblor en todo mi cuerpo, se acostó dándome la espalda y le escuche gruñir aún un poco más antes de quedarse dormido. Yo me tape lo mejor que pude pero estaba entumido de frio, me acurruque en silencio haciéndome bolita.
A la mañana siguiente escuche como el Claudio se levantaba y se vestía rápidamente, le veía con los ojos entrecerrados y vi cómo se acercaba a mi cama y me miraba, fingí que dormía esperando que me dijera algo o se despidiera. No hizo nada solamente tomo una mochila y salió del cuarto dejándome con esa horrible sensación de frio en todo el cuerpo. Suspire hondamente.
No paso mucho tiempo para ver que luego se despertaba el Negro y corría la cortina mirando por la ventana, seguía con mis ojos entrecerrados pero podía ver su torso desnudo y como miraba atento por la ventana quizás esperando que el Claudio se fuera. Se puso de pie y pude verlo en todo su esplendor, si anoche apenas pude verlo, ahora con la luz de la mañana se veía aún mejor, como una especie de dios moreno, sus piernas parecían dos columnas gruesas y torneadas, su torso marcado y peludo y sus pezones más oscuros, sus tatuajes brillaban en medio de la selva de pelos que descendían hasta su bajo vientre, sus brazos musculosos sosteniendo la cortina, su barba candado, su pelo enmarañado y desordenado, su aroma masculino llenaba la habitación, su mirada en dirección a la ventana y entonces mire su entrepierna y pude ver una enorme erección marcando la tela como levantaba una carpa monumental a tal punto que en cualquier momento pensaba que la tela se reventaría. Se podía ver a la perfección la forma de su verga aprisionada y sus testículos y como bien ya saben en las mañanas suelo despertar ganoso. No era fácil dejar de fantasear con la imagen de aquel hombre y entonces al parecer vio por la ventana como Claudio se alejaba caminando por las calles pues con una sonrisa picara miro hacia mi dirección.
- Ya conchetumare, si ya cache que te estai haciendo el dormio, crei que soy weon?... – Su tono de voz sonaba altivo y dominante, el flaite había vuelto
- ¿Q-que pasa?... – Le dije abriendo los ojos algo sorprendido por sus palabras, lo que hizo que el Negro se me acercara peligrosamente hasta mi cama quedando a escasos centímetros de mi.
- Na po, esto me pasa, toy caliente… - Su voz sonaba ronca mientras señalaba y se agarraba el duro garrote entre sus piernas…
CONTINUARA

Parte 1: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/09/el-casi-cunado-1.html



EL CASI CUÑADO
Cap 1
Esta historia comienza hace 4 años atrás durante el verano, en una época de cierta incertidumbre y pesimismo que uno vive alrededor de los 20 cuando tras terminar tu carrera y graduarte con honores aún no estas lo suficientemente apto para trabajar en lo que deseas y te sientes inútil por no encontrar pega y ver como ya te comienzan a amenazar los bancos para pagar los créditos universitarios. Sumémosle eso a un estado emocional paupérrimo tras terminar una relación (mi primera relación de hecho) de 5 años y lo frágil que estaba en ese momento en el ámbito amoroso en donde me sentía incapaz de conocer a alguien. Sé que hasta allí no suena nada erótico pero tranquilos, esta historia está llena de sexo, sudor, peleas y lágrimas. Primero parto por describirme, mi nombre es Ángel y tengo 23 años en la historia. Vivo en Santiago y pertenezco a la clase media tirando hacia baja pero con mucho esfuerzo de mis padres y el mío mismo pude surgir y terminar mi carrera de Comunicación Audiovisual. Soy un chico normal tez blanca demasiado blanca al punto que el sol me produce alergia, lampiño, ojos verdes y cabello castaño, mido 1,75 y en ese tiempo estaba algo pasado en peso lo que me acomplejaba físicamente, algo serio y risueño a la vez, tímido, reservado, tierno, analítico, responsable, criado en el seno de una familia católica que viven separados bajo el mismo techo, un padre ausente y una madre sobreprotectora. El hijo mayor que cargará con los estigmas y traumas de un matrimonio roto y que asumirse como gay le costaría demasiado a pesar de que desde niño me sentía físicamente atraído hacia los niños y que salía con mujeres sólo para apantallar una realidad aparente. Soy piola, y con esto me refiero a que no se me nota y no actuó como gay y no conocía los círculos sociales como ahora si los conozco. En fin vivía algo retraído en mí mismo y al miedo de ser rechazado por los demás. Viví mi primer amor gay casi a oscuras, salvo que si bien les conté a mis padres y recibí apoyo y rechazo a la vez, no se volvió a tocar el tema y mi pareja era solamente el "amigo de". Tras 5 buenos años pero difíciles terminamos, él se aburrió de mí y se fue con otro. Y yo por mi parte estaba despertando recién en este mundo y rompiendo aquella burbuja en la que había vivido durante tantos años viví mis años de rebeldía adolescente algo más tardía empezando a los veinte años en los que salía y conocía a gente y el ambiente gay de Santiago. Me deje llevar por la vida mundana, la música estridente y las luces de colores…
Fue en esa etapa entre mi fracaso amoroso y mi desesperanza laboral que me metí en ese tiempo en el antiguo Chat Gay Chile, creo que no existía Grindr y si existía ni siquiera lo conocía, por curiosidad me metí a esa página y chateando entre perfiles falsos, viejos verdes y show de penes en cámara fui que comencé a hablar con un chico Claudio, que vivía en Talcahuano y entablamos una conexión más allá de la pantalla, fue así como del chat pasamos al Facebook y así hablábamos horas enteras a través de la cámara y nos contábamos todo, él me subía el ánimo y me decía palabras lindas que me hacían subir mi alicaída autoestima. Había algo en él que me inspiraba confianza y seguridad, su cariño y simpatía sus canciones medias flaites que me dedicaba, el hecho de que estaba sin trabajo y que además me contará cosas tan personales como que no pudo terminar el colegio para poder ayudar a su mamá y que me hacía hablar con ella para conocerla me hicieron confiar. Quedamos con la propuesta de conocernos en persona y por primera vez me atrevería a salir de mi casa para vivir una aventura con un desconocido, a viajar cientos de kilómetros y arriesgarme a que pudiera pasarme cualquier cosa. Tenía claro el riesgo, analice cada situación posible. Pero les juro que nunca estuve preparado para lo que iba a ocurrir…
En Febrero partí con la excusa de que participaría de un Festival de Cine en Concepción, que nunca existió. Pero a veces la realidad supera mucho a la ficción. Tras llegar al terminal de buses, él me estaba esperando. Era un chico bien guapo casi de mi estatura, más adelante lo describiré con detalle. Pero cabe destacar que era de origen humilde y típico flaite medio sureño con buzo de la U y zapatillas Nike Shot, En ese momento fue como si nos hubiéramos reencontrado después de mucho tiempo y nos abrazamos emocionados y nerviosos por ese primer acercamiento. Nos fuimos riendo y conversando contándonos anécdotas innecesarias y me llevaba mi maleta como todo un caballero. Tomamos un bus regional que nos llevó hasta Talcahuano y así recién caí en cuenta que íbamos hacia los cerros, por allá la villa Diego Portales que sin duda hay que saber andar con cuidado. Él sabía cómo andar por las calles como un gato nocturno y así nos fuimos adentrando en aquellas calles polvorientas y oscuras en lo alto de Talcahuano. Finalmente llegamos a su casa, también muy humilde lo que me hizo sentir mal no por mí, sino por él pues se notaba la vergüenza de llevarme a su hogar, me sentí algo incómodo pero por mí no había problema, a pesar de mi cara o modales de niño cuico, también venía de una población marginal.
Ese sentimiento algo incómodo se desvaneció en el momento en que entre a su casa y note como me recibía aquella familia con tanto cariño y alegría como quien hubieran recibido la visita de un príncipe, como a pesar de lo precario y pobre del lugar ellos me esperaban con la cena, la madre de él, la señora María, me abrazaba y me brindo su generosa hospitalidad a pesar que apenas le alcanzaba para mantener a toda su gran familia en una casa tan pequeña y recibir a un extraño y una boca más, obviamente yo tampoco iba a pechar sin poner ni uno en todos los días que estuve coopere con dinero y muchas veces le pasaba dinero desinteresadamente a doña María, aunque ella siempre se rehusaba pero yo le insistía, sin que sus hijos lo supieran y entendí que la generosidad del pobre no la encuentras en los ricos. Eran 4 hermanos, Claudio, Paola que vivía con su pareja y su hija de 6 años, Jordan el hermano menor, y Francisco el hermano mayor junto a su polola Maritza quien tiene un hijo de 2 años con otra mujer, Tomás un encanto de niño. Los salude a todos y se presentaron en ese mismo orden. Hasta que salude a Francisco y algo nervioso me quede mirándole y le pise el pie sin querer por lo que me alego molestándome en un notorio tono flaite burlón, luego salude a su polola muy simpática por cierto. Todos me recibieron con alegría pero no dejaba de mirar a Claudio y compararlo con sus demás hermanos, en especial con Francisco o Pancho o Negro como lo llamaremos de ahora en adelante. Mientras Claudio era de tez blanca, ojos negros, pelo corto ondulado, contextura delgada aunque musculosa y se notaba más lampiño con poca barba y los brazos pelados, Pancho era todo lo contrario genéticamente, era de piel morena, ojos marrón, pelo corto liso peinado en punta, más alto y corpulento, se notaba mucho más musculoso y trabajado y la piel tapizada de fino vello oscuro desde la barba candado y los brazos. Lo que te hacia dudar de si eran realmente hermanos de sangre. No le di más importancia a eso y nos sentamos a comer mientras me pedían que contara sobre mi vida en Santiago y si conocía a algún famoso de la tele ya que en ese tiempo había hecho la práctica en el famoso canal del ex angelito y estaban muy curiosos sobre cómo era la tele por dentro.
En fin después de una amena charla y muchas risas y burlas sobretodo de parte del Negro hacia mí quien me causaba una molestia interna por su lenguaje tan callejero es que Claudio me cuenta que estaban organizando un carrete en la casa de una amiga y que quería presentarme. Hasta ese momento yo era sólo un amigo, no había ningún tipo de relación entre los dos aunque yo lo miraba con ojos brillosos, pero él me miraba algo cortante pues como me había contado antes si bien su familia sabe que es gay y lo aceptan yo era solo "el amigo santiaguino" y se comportaba bastante más distinto de lo que solía serlo cuando hablábamos por la pantalla, era más callado, más distante, evitaba mi mirada, pensaba por dentro, <<No le guste por la mierda, me pegue el menso pique por nada… Soy horrible, estoy gordo y soy muy tímido, me mandará a la Friendzone con patada en la raja a Santiago y el corazón a dos manos>> En fin mi subconsciente me jugaba en contra, pero ahí estaba dispuesto a ir a la dichosa fiesta y a pasarlo bien y conocerlo mejor a pesar de estar cansado por el viaje y algo desconcertado por la reacción de Claudio.
Fuimos al carrete en la casa de la Damaris: Jordan, el Negro con su polola, Claudio y yo. Pero desde el primer momento supuse que no sería una buena idea y que algo malo iba a pasar. En fin entre el reggaetón, que a todo esto nunca antes había perreado en la vida, y los pitos, que tampoco había fumado antes, me sentí de pronto mirándome a mí mismo a cientos de kilómetros de casa en un lugar peligroso con gente desconocida sin que mi madre supiera donde estaba realmente, o sea podría haber muerto ese día y ella no tendría cómo enterarse de ello. Me había arriesgado como nunca antes y si bien me sentía raro, me dedique a disfrutar de la fiesta y a pasarlo bien y a bailar y tomar siempre con moderación. Era el invitado capitalino y debía comportarme, aunque se mataran de la risa por mi forma patética de bailar reggaetón. Claudio por su parte comenzó a tomar más de la cuenta y conversaba solo con su amiga la dueña de la casa y de pronto lo veía llorar tirado en el sillón no sabía si por efecto del alcohol, las drogas, por mi o porque diablos le estaba pasando por la cabeza en ese momento, pero no podía escuchar lo que decía, me acerque para ver qué era lo que pasaba. El diálogo sería algo así:
"Claudio… ¿Qué te paso? Éstas bien?"– En tono preocupado intentando sacar la voz en medio de la música.
"…."- No hay respuesta audible, me puse de cuclillas para verle la cara y le tome las manos. El me miro y fingió una sonrisa "Nada Angelito, toy bien aquí conversando con la amiga recordando weas… Anda a bailar, pásalo bien wn es tu fiesta" Yo perplejo con la cara de dos metros sin entender nada pero el salió a fumarse un pucho al patio, mi primer instinto fue ir tras él pero en ese momento llega la Maritza, la polola del Negro y me saca a bailar y me dice "Tranqui, el Clau tiene algunos ataos pero ya se le pasara… No te preocupi, ven a bailar con nosotros. Te enseño a perrear Dale"-
"Yo cacho que no le gusta que este aquí" – Mi tono medio triste sin saber qué hacer. Pero ella me subía el ánimo sin conocerme salvo de vista por la cámara pero conocía al parecer la historia mejor que yo. La Maritza es más baja que yo, más gordita no era la más mina, pero a pesar de su tono también medio flaite rustico pero con su linda cara y una simpatía y buena onda que te sacaba risas instantáneas la hacía una mujer muy entrañable.
"No, na que ver, si se le nota que le gustai caleta… Esta así por weas del ex… Ven vamos a bailar, disfruta la fiesta ya va a venir a bailar contigo"- La Mari como me pidió que la llamara, me saco a bailar intentando enseñarme como mover las caderas hasta el piso y yo entre nervios, risa y la preocupación por el Claudio le seguía el juego en ese momento y bailaba lo mejor que podía, aparece el Negro quien también andaba medio copeteado arriba de la pelota y se pone a bailar detrás de su mina como punteándola y yo por delante
"Wena comparito, soi terrible tieso eso si… Asi se perrea voh dale nomas"- Me decía el negro con su tono flaitongo mientras se movía para delante y para atrás, con su polera desgastada algo apretada, sus buzos de pitillo con esas bandas blancas a los costados y zapatillas y yo muerto de vergüenza seguía el movimiento pero el Pancho sólo se cagaba de la risa "Que wea hermano, ¿no perreai allá en Santiasco?"
"N-No, yo es que…"- Intentaba explicarle a un flaite molestoso y desubicado que mi vida hasta entonces había sido todo orden y moderación, de la casa al colegio y del colegio a la casa y lo mismo con la u, donde nunca antes había llegado curado a la casa, o me había escapado de mi casa, o inmiscuido en una pelea, o fumado un caño o algo tan insulso como bailar reggaetón.  <<¿Cómo explicarle a este simio algo que ni yo mismo podía explicar?>>. Me preguntaba a mi mismo mientras le veía perrear como un salvaje.
"No lo wei, no seai malo con el Angelito si es tan tierno… Además con lo guapo que es da lo mismo como baile de seguro se agarraría más minas que vo Negro y es inteligente y educado mas que tu" – Le retaba la Mari a su hombre de neanderthal y subiéndome el ánimo. Había algo que me inquietaba en el Pancho su sonrisa burlona, su mirada inquietante que no podía analizar, sus modales brutos, sus expresiones flaites, su falta de tino o filtro. Algo que me hacía que no me cayera tan bien de primeras.
"¿Aer que acaso te gusta el ojito de pisciina? Si es huequito, en ese caso vo tendriai que ponerte celosa… Yo corro peligro" – Seguía burlándose en un tono medio celoso el pesado del Negro pero entonces hace algo impensado y cambia de puesto y esta vez se pone detrás mío yo tiritando a morir por los nervios y enojado por lo molestoso e incómodo de la situación, pero no pude evitar sonrojarme al sentir como el Pancho, el hermano del chico que me gustaba y que estaba afuera llorando, restregaba su entrepierna contra mi trasero y tomándome de la cadera guiaba el movimiento que yo debía hacer para poder perrear según él
"Así tení que hacerlo po wachito, como haciendo er amorss a la mina" Me indicaba el moreno mientras sentía algo duro rozarse contra mis pantalones pitillos por lo que podía sentir completamente un extraño calor contra mis nalgas chocando al ritmo mientras su polola estaba al frente y yo completamente sonrojado sin saber si sentirme bien o mal intentando disimular ya que ella seguía bailando y me dio la espalda a la vez por lo que no veía lo que su novio me estaba haciendo en esa especie de sándwich sorpresivo. Podía sentir el aliento caliente del moreno contra mi nuca y como movía sus manos por mi cadera y a veces tironeaba mi cuerpo hacia él con cierta fuerza <<¿Esto es reggaetón o este weon me esta acosando?>> Mi subconsciente decía al ritmo de la canción… bailando la toque y ella se dejo y aprovecho y pam pam pam… Haciendo que con cada Pam chocara su miembro contra mi culo.
"Ya déjalo tranquilo wn lo asustaste al pobre, se puso hasta rojo"- Le retaba la Mari nuevamente. Finalmente me soltó y yo me aleje algo apenado y me senté en el sillón mientras ahora veía como bailaba con su polola y prácticamente se comían a besos frente a mí. No entendía la extraña situación luego de que segundos antes tenía al Negro frotándose descaradamente contra mí frente a su polola sin que esta se diera cuenta. Ahogue mi desazón con un sorbo de piscola y les veía bailar aunque en ese instante hubiera preferido estar en mi casa en Santiago acostado. Apareció entonces Claudio nuevamente sonriente y animado y me vio sentado y me saco a bailar, yo volví a reír olvidando el extraño episodio con su hermano e intente bailar lo mejor que puse aunque él evitaba refregarse contra mi o pegarse demasiado, era quizás demasiado cortes o caballero y evitaba que me sintiera como un objeto sexual para frotarse. Lo pase bien al final, aunque Claudio se fue de copas y al final de la fiesta fuimos además testigos de cómo el Pancho peleaba con su polola y se iba pegando un portazo sin entender que había pasado, La Mari se puso a llorar y fue consolada por la dueña de casa, y el Jordan el hermano menor se comía a otra pendeja, y yo por mi parte teniendo que trasladar al saco inerte de Claudio que apenas de mantenía de pie solo y como postre final se escuchaban sendos balazos provenientes de afuera. La fiesta termino aún peor, cuando el papá de la dueña de casa nos comenzó a echar por los gritos y por el portazo, Imagínenme yo un santiaguino metido en donde el diablo perdió su poncho cargando a su "amigo" por calles intransitadas y peligrosas intentando recordar el camino a la casa de este, con el corazón y el poto a dos manos por miedo a que nos dispararan o asaltaran y con el recuerdo constante del Negro frotándose contra mí y luego peleando con su mina y yéndose quién sabe dónde. En ese momento el Claudio reacciona y mirándome a los ojos me habla:
"Ya tranquilo mi Angelito, si me puedo mantener en pie… Gracias por cuidarme tanto y por venir de tan lejos" – Se apoyó en una baranda a tomar aire o quizás vomitar pero me seguía mirando tomándome de la cabeza algo suave, se notaba su aliento alcohólico y sus ojos achinados por el alcohol y la droga "Me da vergüenza todo lo que ha pasado y no poderte dar algo mejor por eso lloraba, eris como un príncipe, y yo valgo callampa weon, no tengo nada para ofrecerte, no tenias para que haber venido a esta wea peligrosa, perdona mis ojitos de gato…. Weon me encantan tus ojos son bacanes, me gustai caleta" Yo ahí todo sonrojado, en plan romántico le perdone todo y me olvide de lo enojado y asustado que estaba y él se me acerca y me da entonces un beso. No era el beso que había soñado pero me gusto igual. Un beso que me ayudo a calmarme y a sentirme en las nubes.
"Ya vamos a casa mejor oh, tu mamá se va a preocupar… Y tus hermanos tal vez dónde están ahora… Tu me importas mucho por algo estoy aquí y lo sabes"- Intentaba como siempre analizar la situación y el sólo asintió y seguimos caminando hasta llegar a su casa. Ya por lo menos podía caminar por su cuenta y así nos metimos hasta su pieza en el segundo piso que era compartida por él y su hermano el famoso Negro, por lo que yo dormiría por esta vez en su cama mientras él dormiría en la otra cama junto con su hermano durante mi estadía. Pero hubo un cambio de planes, la noche oscura o el frio inclemente de esa pieza humilde, el hecho que ambos estuviéramos durmiendo con polera y ropa interior, la necesidad de abrazar o la necesidad de estar con alguien hizo que ambos durmiéramos juntos en su cama a cucharitas sintiendo como Claudio se repegaba contra mi espalda de forma suave como siempre manteniendo el respeto. Y con suaves besos repartidos me quede profundamente dormido pensando en todo lo que había pasado en aquella primera noche...
… A la mañana siguiente, digamos que yo siempre sufro de un problema matutino que es el sentir un gran apetito sexual, despierto ganoso siempre en las mañanas, unido al hecho que todos los hombres despertamos con el asta a medio alzar, y esa mañana no fue la excepción unido al hecho además de que tenía aun pegado contra mi cuerpo el tibio cuerpo de Claudio y podía sentir perfectamente su entrepierna abultada rozarse contra mi ropa interior, haciendo que perezosamente me estirara y diera media vuelta buscando los labios de Claudio para despertarle y me correspondió recorriendo sus labios con el filo de mi lengua lentamente y hay algo que siempre me gusta que me hagan cuando me besan es que me toquen el trasero y la espalda, cosa que Claudio parecía saber y que lo hizo también quizás sorprendido por la calentura del momento y mientras los besos subían en intensidad cada vez más rápidos y húmedos el estrujaba mis nalgas que son bien proporcionadas he de decir y me lo han dicho, me causo un suspiro placentero. Mis manos tocaron su abdomen plano con una ligera pancita mientras besaba su cuello de forma excitante lamiendo con prontitud y mi mano bajaba por su ombligo siguiendo el camino a la felicidad y atrapando el miembro en la tela del bóxer masajeando lentamente para sentir como se endurecía y crecía un poco más a mi tacto y comencé entonces a trazar círculos con los labios por sus hombros y pectorales jugando con los pezones y allí me di cuenta que él se dejaba hacer no muy participativo de su parte salvo que no dejaba de mirar y tocar mi trasero como hipnotizado, pero me dejaba a mi ritmo hacer lo que quería y fui descendiendo milímetro a milímetro besando cada resquicio de piel blanca hasta llegar a su entrepierna y le sonreí.
"Buenos días"- Recién hable algo carraspeando sonrojado mientras le bajaba el bóxer hasta la ingle y su pene salió disparado y libre, no era muy grande, unos 15 centimetros, era más pequeño que el mío de hecho pero no por eso menos apetecible, curvado un poco hacia la derecha y coronado por un glande más grueso, rojo y brillante y en la base dos testículos grandes cubiertos de abundante vello. Y sonriendo comencé a lamer la punta mientas le miraba a los ojos y él sorprendido se quejaba de placer dejándome continuar y así comenzaba a deslizar aquellos centímetros cómodamente adentro y fuera de mi boca en un movimiento lento pero firme pues este llegaba hasta el fondo de la garganta sin mucho problema dado a su tamaño, y así chupaba con fruición y energía disfrutando el sabor salino y exquisito de un pene que hace tiempo no probaba, ese sabor narcótico y adictivo de un pico que no encuentras en ninguna otra parte y mientras chupas y chupas ves la cara de placer del hombre, sintiendo cada contracción de la pelvis y gemidos ahogados del Claudio que apretaba las sabanas mientras me dejaba continuar, jugaba con sus testículos y su perineo, lamia suavemente y luego recorría a lo largo subiendo y bajando como si fuera una deliciosa paleta pero si bien él lo disfrutaba porque sin duda si hay algo que me gusta hacer es una buena felación, seguía sintiendo que no "participaba" demasiado, no me tomaba de la cabeza o decía alguna frase calentorra o movía las caderas como si me había pasado antes con mi ex pareja. Sólo se dejaba hacer en silencio hasta que me canse.
Entonces volví a subir besándole y esta vez me volvió a tomar de las nalgas y me bajo la ropa interior revelando así mis blancas, esponjosas y rellenas nalgas que él podía ver a través de un espejo lateral junto a la cama. Yo solo reía tímido mientras me sentaba a horcajadas sobre él, pues al parecer tendría que hacerlo todo por mi cuenta <<¿No será virgen? ¿O Pasivo? ¿Tiene miedo de que no me guste? ¿Por qué no me agarra demasiado? ¿No me desea? ¿Mi cuerpo con rollos le da vergüenza? ¿Estoy siendo demasiado puto lanzándome a la primera?>> Mi mente divagaba mientras me deslizaba cual gato por la cama buscando en un pequeño bolso un condón y hábilmente se lo coloque, le puse algo de saliva y además tuve que autodilatarme yo solo metiéndome un par de dedos ensalivados en mi entrada recordando que hace ya 7 meses que no tenía sexo, y pensando que porque él no lo hacía o no sabía cómo hacerlo:
"¿Estas bien? ¿Quieres seguir?..."- Le pregunte buscando sus labios besándole.
"Si, me encanta… Tu culo es exquisito… La chupas muy rico… Sigue!... Hazlo, móntate solito!... – Me contesto mientras me besaba más apasionado y me tomaba de las caderas denotando algo más de ánimo lo que me hizo continuar y así ponerme de cuclillas en la cama y buscando su pene lo coloque en mi estrecho ano que dada la poca preparación y la falta de sexo se resbalaba y no lograba entrar, estaba allí sobre el chico que me gustaba y por el que había emprendido tan arduo viaje a punto de cabalgarle y hacer el amor con él y no podía lograr meterme la punta de su nabo en mi tímido agujero.
Finalmente encontré un punto de apoyo y comencé a descender lentamente pero en ese instante como si un rayo atravesara mi cerebro vi por el espejo que se abría la puerta de la habitación y en tan solo dos segundos me sentí morir de vergüenza, era el Negro, Pancho quien entraba sin avisar por la puerta y se encontró allí de cara con mi culo intentando penetrarse la verga de su hermano, vi su mirada que no pude descifrar en esa fracción de segundo pero vi claramente cómo veía mi culito en el instante en que salte pegando un grito de horror y tomando la sabana me cubrí rojo como un tomate en ese instante y la puerta se cerró abruptamente tal cual como se abrió….
CONTINUARA

25 comentarios:

  1. muchas gracias por compartir este relato eres muy bueno tienes talento para relatar uno de los mejores

    ResponderBorrar
  2. Suban la parte tres porfa, está demasiado bueno

    ResponderBorrar
  3. excelente relato .. espero la otra parte :) . saludos :)

    ResponderBorrar
  4. Primera vez que leo algo extenso y no me da paja, espero con ansias el desenlace. Gracias :)

    ResponderBorrar
  5. Primera vez que leo algo extenso y no me da paja, espero con ansias el desenlace. Gracias :)

    ResponderBorrar
  6. Ojalá la tercera parte no se demore una semana en publicarse.
    Buen relato!

    ResponderBorrar
  7. al administrador: puedes editar el relato y eliminar el nombre y correo de quien lo envió?

    ResponderBorrar
  8. Maldito Claudio, odio eterno para el!!

    Muy buena la historia, espero la parte que sigue.

    ResponderBorrar
  9. Bueno. Muy bueno. Es cruel decir que el primer capítulo era ahí no más, cuando escribir es más difícil que la chucha. Pero la progresión del relato y la manera en que está cortado el segundo, hace pensar en un autor que se las trae. Promete esta wea...

    ResponderBorrar
  10. Negro quede, bastante guapo el "ojito e' piscina"

    ResponderBorrar
  11. La raja el relato también soy del puerto de los cerros que intriga

    ResponderBorrar
  12. Uta de aca a q suban la prixima parte...

    ResponderBorrar
  13. Muy bueno tu relato me llegué a imaginar todas las situaciones. Espero que subas los próximos.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  14. Ahhhh
    Moriré...
    Necesito la otra parte... Que pasó...
    Ahhh muy bien relato. Lo mejor de todo que al empezar a leerlo te enganchas mucho.

    ResponderBorrar
  15. Necesito la tercera parte.!!!!

    ResponderBorrar
  16. Hola soy el autor del relato, muchas gracias por su apoyo y pronto mandare las otras partes... Pero podrían editar el texto ya que salen las dos partes juntas y se ve raro... muchas gracias y disfrutenlo!

    ResponderBorrar
  17. Me encanto tu historia espero el tercer capitulo deberias comerte al negrito casi cu..... para no perder el viaje y despues regresas a casa

    ResponderBorrar
  18. Que rico... quiero qu sigas... me dierin unas ganas de tener un moreno de esos... para comerlo entero
    Pliz apurate

    ResponderBorrar
  19. Puta la wuea,,,, y el final ... Yapo quiero el final , ya me imagino cual será pero qede prendido xdxd saludos desde viña del mar...

    ResponderBorrar
  20. El mejor relato en mucho tiempo, espero que escribas más seguido :)

    ResponderBorrar
  21. WEONA IMPACTRUENO, SUBAN LA OTRA PARTE !!! DEBERÍAN HACER UN LIBRO, COMPRARÍA 10 !!

    ResponderBorrar
  22. Y con el correo se llega al face del autor del relato y si wna es verdadddddddd

    ResponderBorrar